miércoles, 19 de marzo de 2008

La previsión de tormenta augura caos en Sepang


Pese a que su monoplaza no tiene buena capacidad de tracción, Alonso podría sacar partido de una carrera loca por la aparición de la lluvia. El trazado malayo es uno de los favoritos del piloto asturiano

Si ya Melbourne fue un auténtico festival de errores de pilotaje y abandonos, Sepang puede depararnos una carrera loca con fuertes tormentas ocasionales. Las previsiones auguran la lluvia para todo el fin de semana, con un riesgo del 60% para viernes, sábado y domingo. Con 32 grados de temperatura. Sin ayudas electrónicas en los monoplazas la pista malaya se plantea como un desafío para los pilotos. Algo que puede venirle muy bien a Alonso para acercarse a los puestos de podio. Aunque su coche no destaca precisamente por su capacidad de tracción, el asturiano es el mejor piloto del mundo en condiciones cambiantes, sobre pistas con humedades o que se están secando.

Fernando aprovechó ayer para visitar Phillip Island (a dos horas en coche de Melbourne), donde pudo conocer de primera mano uno de los trazados más hermosos del planeta y disfrutó de su naturaleza y paisajes. Son días para desconectar antes de dar el salto a Kuala Lumpur, donde llegará hoy miércoles. Algunos pilotos, como Fisichella y Adrian Sutil, han preferido marcharse al destino turístico de Langkawi, a una hora de avión de la capital malaya. El alemán, por cierto, ya no vuelve a Europa porque después de la carrera del próximo fin de semana se marchará unos días de vacaciones con su amigo Lewis Hamilton antes de irse a Bahrain.

La estrella española sabe lo que es pilotar en agua en Sepang. Él estuvo en la carrera de 2001, con un fuerte chaparrón que se inició en la vuelta cinco. El gran premio fue una exhibición de los Ferrari de Michael Schumacher y Rubens Barrichello, pero comenzó con un susto mayúsculo para ambos. Salían desde la primera fila de la parrilla y lideraban la carrera hasta que comenzó a arreciar la lluvia tropical que cae en Malaisia. Sin adherencia, y con neumáticos lisos, los dos coches rojos se salieron con estrépito, como la mayor parte de la parrilla. Alonso no estuvo entre ellos, aunque después, en seco, sufrió tantos problemas mecánicos que llegó a tres vueltas.

El coche de seguridad salió y los equipos decidieron cambiar los neumáticos de seco por otros de agua. La carrera se reanudó a espaldas del safety y comenzó entonces la exhibición de Schumacher, que arriesgó al montar neumáticos mixtos en lugar de los de mucho agua de sus rivales. El fuerte calor malayo hace que al agua se evapore muy rápidamente y la decisión fue muy acertada. Como un tiro, Michael pasó en pocas vueltas de la undécima plaza que ocupaba a la primera. En algunas fases, tanto él como Barrichello llegaron a rodar cinco segundos por vuelta mejor que el resto.

Dicho esto, el domingo el equipo o piloto que acierte cuándo cambiar neumáticos si caen chaparrones puede terminar la carrera arriba.

Y respecto al pilotaje, la gestión desde el volante de las diferentes posiciones del diferencial será aún más decisiva. Cada una representa un diferente mapeado electrónico del motor para simular el efecto de las extintas ayudas electrónicas. La de entrada de curva suaviza la reducción de marchas. Hay otra para dentro del viraje (ralentiza la respuesta del motor). Y la de salida, que sirve para acelerar al máximo sin derrapar demasiado y es sobre todo para los virajes lentos. En mojado todos los pilotos utilizarán esas ruedecillas en el volante. Serán esenciales para mantener el coche en la pista.



Fuente As

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