martes, 18 de marzo de 2008

Los equipos sospechan de la centralita fabricada por McLaren


En la parrilla crecen las sospechas de que McLaren haya pasado al resto de los equipos una centralita llena de virus. Es una exageración y una forma de hablar, pero entre los técnicos crece la desesperación en torno a la nueva ECU, las siglas con las que se denomina a la centralita electrónica de un monoplaza, que este año es estándar para todos los equipos.La FIA encargó a McLaren y Microsoft el desarrollo de este componente. La idea era la de poder controlar con un único sistema que ningún equipo pudiese hacer trampas. En el nivel de avance actual de la informática, había incluso sospechas de que algunos equipos pudieran estar utilizando la telemetría bidireccional, prohibida hace tres temporadas. Bajo este palabro se esconde la posibilidad de modificar el rendimiento del coche desde el mismo box en la carrera, regulando rendimiento de motor, posibles averías o cualquier otro problema.
Sospechas en FerrariAlgunos pilotos incluso reconocen abiertamente que el año pasado no tenían que regular nada en las curvas, "porque el coche ya lo hacía automáticamente. Lo hacían desde el box". Poco que añadir.Los equipos más perjudicados son los más poderosos, los que contaban con un departamento y un presupuesto para electrónica que ahora reducen y recortan. En Australia, Ferrari ha vivido en la realidad una situación que imaginaban antes incluso de la carrera. Ya no controlan todos los parámetros a los que tenían acceso en 2007 y temían que en una situación límite pudiese romperse un motor. No ha sido uno, sino los dos.Al parecer, la nueva ECU tiene mucho que ver con esto. Se quejan los ingenieros que el software o programa con el que deban desarrollar las posibilidades de la nueva centralita es arcaico y complicado hasta el extremo de que no les permite tener toda la información que requieran para ciertos sistemas. Esto también está confirmado desde Red Bull, que se quejan en los mismos términos.
Dardo envenenadoLas miradas apuntan a McLaren, de quien se piensa que ha podido mandar un dardo envenenado tras guardarse la llave maestra en el puño de la camisa. En Ferrari negaron oficialmente de forma taxativa que las roturas tuvieran algo que ver con la nueva ECU, pero extraoficialmente expresan sus temores. No quieren que el asunto se les vaya de las manos.En cualquier caso, lo que sí parece incongruente es que la FIA haya decidido proseguir con el programa de la ECU de McLaren, un equipo que no es de fiar, como se vio claramente el año pasado con el tema del espionaje. Es como dejar a la zorra a cargo del gallinero. Es curioso, que es precisamente la escuadra de Woking la que más ha progresado esta temporada, tras años de ir a remolque de Ferrari. La polémica está servida y las sospechas, también.


Fuente Marca

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